Este Viernes será el último día en el que tendré pena por tu culpa, está decidido. Me agotaste. Así que te doy un sincero adiós sin resentimiento, recargado de recuerdos, risas ruidosas y amoríos caminables. Además, te regalo todas aquellas canciones que hablan de nosotros y cada uno de los versos que escribí para ti...las que yo hice tuyas. Yo guardaré las que tú me dedicaste, prometo cuidar de ellas. Sé que tal vez algún día leerás esto y que me odiarás un poco más, pero estoy renunciando a toda ilusión y me marcharé tal y como [des]apareciste. Tal vez algún día me regales una sonrisa nuevamente, de esas que me fascinaban, pero no prometo regresarte una de vuelta. Es tiempo de catarsis.
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