miércoles, 12 de marzo de 2008

::Invierno::

El ruido del silencio te enferma, el tiempo libre te causa naurseas y las pocas neuronas que te quedan están atrofiadas en un par de telarañas debido a la cesantía.
Este ha sido el verano más largo de mi vida, sólo quiero un poco de frío para que me congele el cerebro, saltar en las hojas secas y comer helado cuando este a punto de llover.
Te vuelves voluble como el tiempo, insípida, grisacia y cuerda, sabes perfectamente todo lo que pasa, no quieres ser tú.
Quiero que llegue el invierno, y abrigrame como si el sol se hubiese perdido en el espacio sideral, quiero sentarme en mi ventana con una taza de té a mirar como es que el cielo ha cambiado y escuchar canciones que a nadie más le agradan.
El tiempo es sabio, cura cualquier herida, pero no es capaz de remover cicatrices, ella odia febrero, cree que las cosas podrían haber sido de otra manera.
Rodé y rodé en el pastisal, mi ropa quedó al tono y mis cabellos algo sucios, llegué a casa, miré mi espejo y note que ya no era yo, era otra, una versión mucho mejor de mi.
Era más que una leve locura temporal, había cambiado, no sólo fisicamente, sino que también había crecido espiritualmente, los viejos recuerdos ya no recorrían espacios vacios, no lloraba por las noches, no sonreía complacientemente.
Soy feliz.
LLegó el invierno y notó que era completamente feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

feliz?
no se si es tan asi... o no?

Anónimo dijo...

espero q sea asi, te lo mereci.

eso me faltaba XD